La Cultura Permanente

Vecinos solidarios levantan casa para madre sola en Beltrán

Un grupo que ha redescubierto el potencial de los materiales naturales para la construcción avanza con la obra y piensa hacer otras viviendas para gente que las necesita.


Dice Eduardo Galeano que "la verdadera solidaridad se da entre pares", porque es meterse en la piel del otro, saber lo que en realidad necesita y hacerlo carne propia. Ese ejercicio, cuando se convierte en comunitario le da forma a la esencia de un pueblo."
Un frío que penetra todo acompaña el domingo empañado de nubes en el Valle Medio. Mientras casi todos se refugian en el calor de sus casas, en el barrio Agustín Tosco de Luis Beltrán, la actividad es intensa.

En la entrada de la nueva barriada, 180 lotes sociales donde se levantan a paso lento viviendas de todo tipo, un grupo de 30 personas hormiguean alrededor de una estructura de madera y barro.

Esta será la casa de Virginia Chocobar, una chica que en menos de un año quedo sin nada. A mediados del 2009, su hermana fue una de las víctimas de la gripe A, este año su mamá falleció por un cáncer y también partió, sin decir mucho, su pareja. Así quedó con poco más de 20 años, sola con su pequeño hijo, Ismael, que no llega al año en una casilla de maderas, nailon y telas.

Pero, se sabe a veces el corazón de la gente sabe percibir el latido de sus pares.

Tras haberse realizado un taller de permacultura, algunos vecinos de la localidad quedaron convencidos que ésta es una salida sustentable a una realidad cada vez más preocupante. Entre ellos y los habitantes del barrio decidieron en forma conjunta construirle la casa a Virginia.

Así los fines de semana, un enjambre de hombres, mujeres y niños invaden el pequeño terreno y levantan entre todos este hogar. "Esto es un sueño de todos" dice Roberto, uno de los hombres que durante la semana hace changas, subido a un andamio mientras vuelca el barro que van formando las paredes.

La casa esta siendo construida con el sistema francés. Un esqueleto de maderas, relleno de una argamasa hecha de tierra, paja vizcachera, aserrín, y arcilla. Todos los materiales fueron recogidos por la gente: la tierra del mismo lote, la paja de las orillas del río, el aserrín en un aserradero cercano y la arcilla.

Mientras algunos hacen el barro, otros lo van metiendo con sus manos en medio de las maderas. Los chicos aportan materiales, llevando a puñados la paja y con palas, la tierra. Todos con una fuerte ilusión de terminar la casa y comenzar a construir otras, porque muchos de los que trabajan tienen las mismas o más necesidades que Virginia.

Cristian Misherky, es uno de los coordinadores del proyecto. Dice, con una sonrisa que le a traviesa la cara "se trata de la capacidad de dar, que tan poco está ejercitada".
Dicen que el primer día, cuando llegaron cerca de 100 personas a trabajar, Virginia, de la emoción se descompuso. Ahora mira con una rara mezcla de emoción y alegría cómo va surgiendo lo que será su casa.

Los vecinos sostienen que tras hacer la casa de Virginia se comenzará con la construcción de varias viviendas más de este tipo, que no sólo son un símbolo de lo comunitario sino que además son más económicas y generan un lazo comunitario único.

Uno de los voluntarios es Martín Doñate (PJ), actual presidente del Concejo Deliberante, que ha presentado un proyecto de ordenanza para que Luis Beltrán sea la primera comuna del Valle Medio que legisle a favor de la permacultura.

http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=378659&idcat=9521&tipo=2